A vista de pájaro se puede apreciar claramente la forma en que la orografía y el agua definen la naturaleza de Pareja. Montes y valles se alternan en una sucesión geológica que permite que multitud de manantiales fluyan formando pequeños arroyos que terminan uniendo sus aguas en el río Tajo.

A su vez, el hombre ha sabido utilizar los recursos naturales para su propio provecho. La agricultura de cereal alterna con los campos de olivos, mientras que las vegas son el terreno propicio para cultivos de huerto. La abundancia de agua ha permitido su aprovechamiento tanto para el abastecimiento humano como para el desarrollo de actividades de ocio y de turismo. Buen ejemplo de ello es el Lago de Pareja, una infraestructura diseñada para el recreo y el esparcimiento que, sobre una superficie de más de 29 hectáreas, ofrece posibilidades de ocio activo. Cuenta con embarcadero para deportes náuticos sin motor, zona de playa para baño, dos islas y un camino de más de tres kilómetros para uso peatonal. Las instalaciones se completan con un observatorio de anátidas y aves acuáticas, que han establecido en este entorno, su hábitat natural.

Al fondo, el agua se acumula en el Embalse de Entrepeñas, uno de los mayores de la península, con una superficie superior a las tres mil hectáreas, y que forma, junto con el vecino embalse de Buendía el denominado Mar de Castilla. El término municipal de pareja abraza gran parte de la orilla, donde se ubican sus urbanizaciones desde las que se domina casi toda la extensión del pantano, abarcando los kilómetros de costa de agua dulce que bañan esta ribera de La Alcarria.